¿Te ha pasado que te sientes mal y no sabes por qué? Quizás tu cuerpo podría estar dándote señales de que algo no está bien con tu estabilidad emocional. En ocasiones, el estrés, la ansiedad, la depresión y la angustia son disparadores de un montón de malestares que afectan a nuestro cuerpo. Pero, ¿cómo saberlo y qué hacer para prevenirlo? Te explicamos todo sobre el estrés y cómo somatiza.
Es importante destacar la frase “mente sana, cuerpo sano”, puesto que el principal motivo de la somatización es el mal manejo de las emociones. Tener una vida saludable no solo aplica a llevar una dieta o hacer ejercicios, sino que también va de la mano con el amor propio, la responsabilidad afectiva y la planificación personal.
¿Por qué somatizamos?
En principio habría que definir qué es el estrés. Este es la reacción inmediata de tu cuerpo ante un escenario que muestra demanda o un desafío. Esta reacción es un sentimiento que genera una tensión emocional que puede desencadenar en una tensión física.
Entonces, ¿qué es la somatización? Pues no es más que la aparición recurrente de síntomas físicos sin alguna explicación o causa física justificada. Ejemplo: tienes dolor estomacal o diarrea pero no comiste nada fuera de lo normal. Tienes dolores musculares pero no has hecho un mal movimiento, etc. Estos síntomas son tan recurrentes y molestos que influyen en el día a día de las personas, por lo que su desarrollo personal y laboral se ve afectado.
Es importante destacar que la persona que padece los síntomas no posee control sobre estos. Es decir, no son conscientes del porqué están sucediendo los dolores o malestares. Lo que sí es común entre todas estas personas es que están atravesando momentos con grandes cargas emocionales.
Es una realidad que los seres humanos podemos llegar a negar las emociones y hacer oídos sordos, no prestándole atención a lo que está sucediendo. Sin embargo, nuestro cuerpo no miente, ya que siempre pone a la vista lo que callamos en nuestra mente. Todo ese peso emocional que no se drena verbalmente siempre es expuesto de forma física.
¿En qué formas se puede somatizar el estrés?
La somatización puede tener varios síntomas y no siempre serán los mismos. Estos son realmente molestos porque pueden aparecer en cualquier momento. He aquí la importancia de asistir a un especialista que pueda ayudarnos a tener una buena salud mental.
Para que se pueda entender mejor la gravedad de la somatización, te explicaremos cómo varían los síntomas según la zona en la que se genere la reacción:
Somatización a través de dolores:
- Dolor de cabeza.
- Dolor en las articulaciones.
- Dolor en la espalda.
- Dolor en el pecho.
- Irregularidad cardíaca.
Somatización a través de síntomas neurológicos:
- Debilidad muscular.
- Mareos.
- Desmayos.
- Convulsiones.
- Amnesia.
- Parálisis.
- Migrañas.
Somatización a través de síntomas gastrointestinales:
- Vómito.
- Diarrea.
- Dolores abdominales.
- Náuseas.
- Distensión abdominal.
- Intolerancias alimentarias.
Somatización a través de síntomas sexuales:
- Pérdida del apetito sexual.
- Disfunción eréctil.
- Eyaculación precoz.
- Sangrado excesivo o alteraciones menstruales.
¿Cómo dejar de somatizar?
Ahora, la pregunta del millón, ¿cómo se puede dejar de somatizar? Sencillo no es, puesto que no existe una solución única para este problema. Sin embargo, es muy positivo saber qué hacer para disminuir el estrés y dejar de somatizar, aquí te explicamos un poco más.
Lo primero es ser sinceros con nosotros mismo y detenernos un momento a pensar y evaluar el cómo nos sentimos y por qué tenemos esos sentimientos que nos están afectando tan negativamente. Esto nos ayudará a esclarecer el o los motivos de esa carga emocional para luego poder tratarla y solucionarla.
También es muy importante entender que el detonador del estrés y su somatización es el no expresar esos sentimientos, aquello que sentimos. He aquí la relevancia de tratar con un especialista, psicólogo, que pueda ayudarnos a manejar nuestros sentimientos de la mejor forma. Aunque también es válido expresarnos, ser escuchados o pedir ayuda a nuestros seres queridos, como pueden ser familia o amigos, quienes siempre estarán allí para nosotros.
Así mismo, el que puedas involucrarte más en lo que te gusta te ayudará a soltar un poco más el estrés. Pueden ser actividades deportivas que te ayudarán también a mejorar tu estado físico y emocional, sino también cosas como ir al cine, salir de paseo, disfrutar de un día en la playa, etc. Todas estas son actividades que te ayudarán a mejorar tu estado de ánimo y a disminuir las preocupaciones que tienes durante el día a día.